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¡Hola! Soy Ismael, y esto es en lo que creo cuando creo.

Esta sección cuenta un poco mi historia, si realmente buscas conocerme como persona, o simplemente cotillear, quédate. Si luego quieres saber en detalle mi perfil más profesional puedes hacerlo desde aquí. Podría empezar mi introducción describiéndome con todas las palabras de moda en el mundo empresarial (proactivo, responsable, cooperativo…), pero sinceramente creo que son palabras vacías y que solo cobran valor cuando conoces a la persona

Por ello, para intentar que me conozcas un poco más, usaré la palabra inercia. Es una palabra que he asociado con mi creencia sobre cómo se dan las cosas. Es obvio que hay factores externos que no podemos controlar que llamamos “suerte”, “talento” o “don”, pero tengo la fiel creencia de que cuando estás en movimiento, tarde o temprano se darán todos los factores que necesitas para conseguir lo que quieres. Al fin y al cabo, ¿de que sirve estar parado cuando te apuntan los focos?

Palabras aparte, y centrándonos en por qué me dedico al “desarrollo de software”, voy a explicarte un poco los cambios de mentalidad que he ido teniendo en los últimos 7 años.

18 años: PAU / EBAU (o como se llame ahora) terminada, decido empezar en ingeniería en telecomunicaciones, ¿el motivo? Pues sinceramente, no lo sé. A esa edad es muy difícil saber que es lo que quieres en la vida. Lo único que tenía claro era que me gustaban las matemáticas y la física, y que a través de ellas pudiese resolver problemas cotidianos de la gente.

20 años: Llega el momento en la carrera de decidir “especialidad”. La verdad es que esta decisión fue más fácil que cualquier otra de mi vida. Mis dos primeros años los podría resumir como saber muchos conceptos teóricos y aplicarlos para entender el mundo (o eso dicen), pero cuando tenía asignaturas de desarrollo de software sentía que verdaderamente podía ser libre, solo tenía que ser creativo y llegar a una solución, no importaba si seguía un camino totalmente distinto al de mi compañero. Esa creatividad se valoraba. Por ello, en mi segundo año decidí especializarme en software.

22 años: Compagino trabajo como desarrollador de software con mi último año de carrera. En ese momento es donde más siento que progreso. Es una dopamina tan directa al cerebro que se convierte, sin yo saberlo, en lo que es mi pasión.

25 años: Tras 3 años dedicados profesionalmente al software, noto un cambio de mentalidad. Al principio me encantaba esa sensación de no tener ni idea de cómo resolver un problema y sacar la creatividad para resolverlo, luego optimizarlo, y siempre innovando para una solución mejor, pero con el tiempo y dedicación empiezas a tener más responsabilidades, dirigir equipos, ser responsable de un SasS que factura millones al mes... Y descubro que al final lo que me apasiona no es el desarrollo en sí (que también), si no la posibilidad de ayudar a gente y motivarles para que sigan y luchen por sus sueños, no solo desarrollando código, si no dándole juntos forma a esa idea que, por inercia, se hace realidad.

¿Y cuál es tu historia?

Si tienes alguna idea que te quite el sueño y crees que puedo ayudarte escríbeme sin dudarlo.